Querida Silvana
Hoy no se va una profesora. Se despide una referente, una compañera entrañable y una de esas personas que dejan huella en cada aula, pasillo y corazón del ISTEEC. Nos llenás de orgullo por tu trayectoria, por tu entrega sin reservas y por ese cariño incondicional que supiste sembrar en cada estudiante.
Tu jubilación no es una despedida: es un aplauso de pie. Un reconocimiento a una carrera vivida con pasión, compromiso y una sonrisa siempre lista. Te llevás lo mejor de nosotros, pero también nos dejás lo mejor de vos: tu ejemplo.
¡Gracias por tanto, profe querida! Que esta nueva etapa esté llena de proyectos lindos, momentos compartidos y merecidísimo descanso. El ISTEEC siempre será tu casa.
Con alegría y afecto,
Toda la comunidad ISTEEC